Red de Vida

Administrando un milagro

Pastor Mauricio Zamora – Domingo 28 de Marzo 2021

¿Qué hubieras pensado y hecho al verte  frente a la multitud que estaba esperando recibir su porción del milagro de la multiplicación de los panes y los peces? Solo Jesús puede hacer milagros, pero Él está buscando gente dispuesta a servirlos y administrarlos. Hoy queremos darte herramientas para que seas un buen administrador(a) de los milagros que Dios ha hecho en tu vida y los que faltan por hacer. Por eso te damos estos principios bíblicos:

Primero, es parte de la naturaleza de Dios (Mateo 14:14, Marcos 6:34, Lucas 9:11). Está en la naturaleza de Dios hacer milagros porque Él es compasivo, Él siempre se ocupa de las necesidades de quienes se acercan. No sólo para sanar y darles de comer, sino también para saciar el alma con sus Palabras. Jesús primero les predicó acerca de su reino y luego los sanó y dio de comer. Así es Dios, por esto con sólo escuchar y meditar en la Palabra de Dios pueden suceder grandes milagros en tu vida, porque está viva y es eficaz (Hebreos 4:12).

Segundo, requiere obediencia (Mateo 4:16-20). Jesús da indicaciones a sus discípulos como que den de comer (antes del milagro), recostar a la gente en grupos organizados, traer los panes y peces disponibles, luego hace el milagro y los envía a repartirlo y por último a recoger lo que sobró (que fue muchísimo). Cuando Dios hace milagros requiere de personas obedientes que estén dispuestos a servir y a «ponerse la camiseta» por su causa. Recuerda que los milagros son «gratis» pero administrarlos bien será tu responsabilidad. Pregúntate ¿Qué estoy haciendo con mi salvación (el mayor milagro) y mis dones? Si has recibido un milagro debes procurar que Dios te halle fiel a su Palabra y Voluntad. 

Tercero, cuida tus motivos (Juan 6:26-27, 35). Cuando recibas tu milagro cree que fue Dios y glorifica a Cristo, a nadie más, porque los milagros solo deben despertar hambre por la persona de Cristo.  Por eso Jesús confrontó a la multitud porque buscaban los beneficios pero no a Él mismo y su consejo fue «trabajen por la comida eterna y coman de mi porque yo soy el pan de vida».  Solo Jesús puede saciarnos completamente, más allá de cualquier milagro que necesitemos y si nos enfocamos en Él, en su persona, en sus palabras, entonces estaremos saciados y completos. 

En conclusión, nunca olvides que es parte de la naturaleza compasiva de Dios hacer milagros y por esto Él quiere responder a nuestras necesidades. Solo ocupémonos de ser obedientes y tener las intenciones o motivos correctos cuando nos acercamos a Él, porque Él es nuestro pan de vida y todo lo que necesitamos. El mayor milagro que hemos recibido es la salvación, ser llamados hijos de Dios y debemos ser buenos administradores de esta gracia tan maravillosa.

Administrando un milagro

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