Red de Vida

¡Dios restaura lo que pasó!

Amy Speake – Domingo 19 de Setiembre 2021

Introducción

 Cuando algo sucede, todo el mundo empieza a preguntar: ¿Qué pasó?  Y después empieza a dar una opinión o juicio sobre el último escándalo en las redes sociales. Dios no desea que Su pueblo juzgue y condene al mundo. De hecho, nuestra misión es ser instrumentos en las manos de Dios para restaurar a los que caen, se desaniman o están pasando por momentos difíciles. El deseo de Jesucristo siempre es restaurar a la persona que cae y convertir lo que pasó en un testimonio de Su gracia y misericordia.

Eclesiastés 3:15 dice “Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó!

¡Al leer este pasaje, vemos que nada es imposible para Dios! ¡A pesar de que no podamos cambiar las circunstancias de lo que pasó, podemos ir al Gran Restaurador y someternos a un proceso de restauración! Colosenses 2:14-15 nos recuerda que “Jesús anuló el acta de los decretos que había contra nosotros… y la clavó en la cruz y despojó a los principados y autoridades y triunfó sobre ellos en la cruz.” ¡Al venir a Jesús, nuestro pasado está borrado y podemos acercarnos confiadamente al trono de la gracia!

I. LA RESTAURACIÓN CONLLEVA MANSEDUMBRE.

Sabemos que cuando uno falla o se siente desanimado, evita estar con otros cristianos, porque teme que habrá condenación de ellos como personas. La Palabra nos enseña en Gálatas 6:1 que “si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que son espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerando a ti mismo, no seas que tú también seas tentado.”

 La única manera que podemos ayudar a los que caen es “ser espirituales”, es decir, no actuar en la carne señalando o acusando, sino más bien, con espíritu de mansedumbre, mostrar gentileza y recordar que uno mismo puede ser tentado o también haber fallado en el pasado.

 Es necesario arrepentirse cuando fallamos, pero debemos de enfocarnos en ayudar a otros a restaurarse.

II. LA RESTAURACION CONLLEVA CONFRONTACIÓN Y ARREPENTIMIENTO.

Jeremías 15:19 dice: “Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tu no te conviertes a ellos.”

Hay cosas viles en nuestro corazón que Cristo desea que quitemos de nuestras vidas. Es nuestra responsabilidad venir delante de Dios, para que Él nos muestre lo que está mal en nuestro corazón. Es cierto que a nadie le gusta la confrontación, pero sin confrontación, el arrepentimiento es imposible. La respuesta correcta a la confrontación es arrepentimiento y conversión. La transformación y restauración vienen como fruto de arrepentimiento. Si la persona no saca lo vil, no habrá una restauración verdadera y la persona se convertirá en lo malo que ella quiso confrontar.

En Salmo 126:1-2 nos habla de que Dios quiere librarnos y cuando eso pasa sería como si estuviéramos viviendo un sueño, porque podemos gozarnos y alabar a Dios por las grandes cosas que Él ha hecho!

¡Para ver ese sueño cumplido, es necesario REEDUCAR nuestra mente! Es importante detenernos cada vez que vamos a actuar de una manera contraria a la Palabra de Dios. Todos hemos aprendido malos hábitos y actitudes que solo pueden ser tratados en Su presencia y nosotros tenemos que estar dispuestos a que Él nos corrija.

III. LA RESTAURACIÓN CONLLEVA RENOVACIÓN.

Igual que un carpintero que trabaja en restauración tiene que seguir un proceso para desmantelar y restaurar un mueble, el Señor tiene que desmantelar y restaurar nuestras vidas, eso duele y es un proceso largo, que a veces se extiende por nuestra resistencia al cambio.

Aunque hay muchos pasos en la restauración, un paso importante es quitar lo que está carcomido. Hay gusanos en nuestras vidas que nos carcomen, así como el comején va carcomiendo una casa, debilitándola poco a poco, la propagación del comején es tal que el colapso de la casa puede ser inminente. ¿Cuáles son las cosas que están carcomiendo tu vida? ¿Cuáles son esas áreas que necesitas restaurar? Dios desea que pases por su proceso de restauración,  en el que Él te quitará lo dañado y te pulirá, para que luego puedas brillar.

Para mediar: Hoy Dios nos recuerda que quiere darnos sanidad mental (tenemos que renovar nuestra mente: Efesios 4:22-23); sanidad del corazón (pidamos que Dios crea en nosotros un corazón limpio: Salmo 51:10); sanidad emocional (El sana a los quebrantados de corazón); a veces, sanidad física (la mano de un hombre fue restaurada: Mateo 12:13).

El único freno a la restauración es nuestro propio orgullo, como vemos en el ejemplo de Naamán en 2 Reyes 5:10 cuando no quiso ser obediente al proceso de restauración que tenía que seguir.  ¡Sólo nosotros mismos podemos detener nuestra restauración!, sin embargo, Sus misericordias hoy son nuevas y nos extiende Su mano poderosa para levantarnos y restaurarnos, ¡para que podamos brillar para Él cómo luz en las tinieblas!  ¡Entreguémonos al Gran Restaurador para que hoy seamos restaurados en Él!

¡Dios restaura lo que pasó!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *