Pastor Walner Fallas Fallas – Domingo 12 de Setiembre 2021
Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua.
Jeremías 2:13
Significado de maldad: Es la inclinación a hacer el mal, es pervertir lo bueno. Y esto con el sentido de ir en contra de las normas divinas.
La Palabra nos introduce en la época del profeta Jeremías, un tiempo en el cual el pueblo de Dios se había nuevamente revelado a él. Esta es la razón por la cual Jeremías debía exhortar y advertir a la nación a que se volvieran de sus malos caminos y evitar así el castigo que se avecinaba, pero ellos no escucharon tal advertencia. Dios puso sus palabras en los labios del profeta y enfatizó que las acciones del pueblo eran una doble maldad y de ellas queremos hablar en esta ocasión a fin de tomar ejemplo para nuestras vidas y evitar cometer los mismos errores de Israel.
Primera maldad: Dejaron la fuente. “Me dejaron a mí, fuente de agua viva”. Es interesante ver como Dios hace una analogía de sí mismo con el agua a fin de marcar en sus mentes cuán importante debe ser él para ellos. Así como el agua es vital para la vida de todo ser viviente y es lo que mantiene fértil cualquier región, Dios les hace ver que sin él pueden estar en peligro de morir. Él había hecho pacto con ellos y prometido que siempre les enviaría lluvias para las cosechas y así asegurar su bienestar, lluvias que mantendrían los ríos y las fuentes con agua viva y pura. Esto sería por señal para garantizar que Dios estaba con ellos y les daba protección.
La pregunta que surge es porqué decidieron abandonar a Dios si la bendición estaba con ellos. De los versos 5 al 7 de este capítulo Dios declara que fue por seguir la vanidad de los pueblos paganos, olvidarse de sus misericordias y enfriarse espiritualmente. Esto es lamentable y de ello debemos apercibirnos como iglesia del Señor pues de igual forma muchas veces los creyentes son seducidos con estas situaciones para terminar dándole la espalda a Dios. En apocalipsis 2:4 vemos como la iglesia ha pasado por momentos similares y Dios nos dice: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor”. Amada iglesia cuídate de no cometer la misma maldad que Israel, no te desapasiones del Señor escuchando la voz del mundo y del pecado que llama para esclavizarte y traer muerte a tu corazón. Siempre recuerda los favores de Dios para tu vida, su gracia y como siempre te ha cuidado, ver Salmos 23:1-2.
Aquellos que desestiman el amor de Dios siempre estarán expuestos no solo a esta maldad de enfriamiento, sino que llegarán más lejos y abrazaran la segunda maldad que Jeremías advirtió.
Segunda maldad: Cisternas rotas. “y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua”.
Una cisterna es un pozo diseñado para contener agua sea de lluvia o traída de algún río o fuente de agua viva. Eran construidos cerca de la casa y en la ciudad en lugares estratégicos que permitía a las familias tener acceso cercano al agua y no tener que caminar largas distancias para buscarla.
Pero Dios nos habla aquí de cisternas rotas o sea en mal estado, descuidadas y que se han agrietado lo cual NO permite retener el agua y deja que se filtre por las fisuras. Esta cisterna dañada representa y refleja la maldad que Israel abrazaba y por esa maldad perdían las promesas de bendición que Dios les daba.
Hoy en la iglesia igualmente muchos vienen por la bendición de Dios, pero preguntamos ¿Cuánto les dura? Es triste decirlo, pero sus corazones están rotos, enfermos, heridos y por esta causa no pueden retener el agua de vida. Cuando Jeremías exhortaba a Israel les mostraba sus errores para que lo corrigieran, sus grietas eran muy graves y simbolizaban su idolatría, su alianza con naciones paganas, y toda injusticia hacia el prójimo. Si te preguntas por que no vez la bendición o no permanece en tu vida y familia podría ser por cosas semejante a las que practico Israel. Revisa tu corazón, mira si hay rencor, odio, algún pecado por donde el agua de bendición se esté filtrando y comienza ya a repararlo. Recuerda que esta condición se debe por haber abandonado la fuente y esto deforma el corazón de las personas, ver Jeremías 2:21.
En conclusión: Regresa a Dios. Jeremías 3:22“Convertíos, hijos rebeldes, y sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios”. Por esta razón Dios no se cansa de llamarnos y ofrecernos vida, él quiere evitar que las consecuencias del pecado nos alcancen y seamos avergonzados por la maldad de nuestros actos. Dios quiere cambiar tu desierto en bendición y saciar tu sed con verdadera agua viva, recuerda Isaías 44:3 “Porque yo derramaré aguas sobre el sequedal, y ríos sobre la tierra árida; mi Espíritu derramaré sobre tu generación, y mi bendición sobre tus renuevos”.
Es tiempo de volver a la fuente de agua viva cada día, no te distraigas más con las mentiras de este mundo, sal del desierto y clama al Señor el único que puede saciar tu sed.