Pastor Walner Fallas – Domingo 24 de Enero 2021
Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su
2 Timoteo 4:1-2
reino, que prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia
y doctrina.
En cada inicio de año la mayoría de las personas tienen muchas expectativas y anhelos en el corazón para alcanzar sus metas personales, familiares o laborales. Pero si preguntáramos cuántos recordaron tomar en cuenta en sus planes a Dios es probable que veremos una desatención o descuido en este punto. También escucharíamos diversas excusas por tal olvido, pero esto sucede porque muchos ignoran cuál es la voluntad de Dios para sus vidas y que debería ser su prioridad en su corazón. El apóstol Pablo en Efesios 5:17 nos dice: “Por tanto, nos seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor”. Hoy queremos resaltar un aspecto importante de lo que el Señor quiere que cumplamos como sus hijos lo cual es parte de su voluntad y es precisamente el que prediquemos su Palabra a todos aquellos que nos rodean y sean parte de nuestras vidas.
Al estudiar el primer versículo vemos como Pablo concientiza a Timoteo en esta gran necesidad y lo primero que notamos es su forma de abordar el tema al puntualizar estas palabras “te encarezco” lo cual significa que Timoteo debía dar todo de sí, usando todos sus recursos a la mano, de una manera completa y no a medias. Además, Pablo le hace ver que dicha petición la hace poniendo de testigos a Dios Padre y a Jesucristo a fin de hacerlo de una manera formal y legal para que él lo tomara con más responsabilidad. Añadido a esto Pablo le recuerda que un día Jesucristo juzgará a los vivos y a los muertos lo cual pondría a pensar a Timoteo en el sentido de que no podrá evadir el tribunal de Cristo en donde tendrá que dar cuentas de su ministerio y aún más sabiendo que Jesús pronto se manifestará al mundo en su segunda venida gloriosa. El anhelo de todo creyente siempre deberá ser agradar a Dios y esperar su favor y bendición por cumplir su voluntad según vemos en Lucas 12:43-44.
En el segundo versículo Pablo instruye a Timoteo en ¿Cómo predicar la Palabra? y para poder ser más efectivo le da una serie de palabras claves que debe considerar al hacerlo.
Primeramente, le dice que lo haga “en tiempo y fuera de tiempo”. Esto implica el ser oportuno o no al hablar con las personas. En otras palabras, cuando evangelizamos debemos aprovechar las oportunidades que se nos presenten para dar testimonio de Cristo, o bien si no las hay igualmente debemos incidir en la gente para que nos presten atención y darles el mensaje de salvación.
Luego Pablo utiliza la palabra “redarguye” que significa convencer. Al predicar debes hacerlo con un buen argumento que ayude a las personas a salir del error de sus malos pensamientos y que además practican, esto les ayudará a reconocer la verdad de acuerdo a los principios divinos. Recuerda para predicar debes conocer y amar la Palabra de Dios de otra manera no podrás cumplir con éxito tu trabajo para Dios.
También vemos la palabra “reprende” que tiene que ver con amonestar con autoridad las acciones pecaminosas y evitando ser tolerante con quienes las practican.
Por último, Pablo usa el término “exhortar” que se entiende por aconsejar con compasión. Cuando alguien reconoce sus errores y faltas no le debemos maltratar o juzgar, antes debemos dar consuelo, ánimo y aliento a fin de que tal persona continúe en el camino del Señor. Ver Mateo 7:1-2.
La importancia de predicar no es una opción para el creyente, cada uno de nosotros debemos asumirlo como un mandamiento que Jesús dejó a la iglesia y que debe practicarse por amor a Él y a las almas que necesitan salvación. Pablo nos hace ver que él ha cumplido tal deber y que está listo para morir y recibir la corona de justicia. ¿Qué de ti? Podrás ser uno más de los que anhelan hacer la voluntad de Dios y NO callar ante quienes necesitan oír el mensaje de vida eterna. Recuerda tus familiares, amigos y vecinos que te rodean pueden ser salvos si hoy tú decides PREDICAR LA PALABRA.