Red de Vida

Redención

Pastor Mauricio Zamora – Domingo 1 de Agosto 2021

Según Efesios 1:7 la humanidad puede tener a través de la sangre de Cristo la redención y el perdón de sus pecados.  Esto significa ser comprado o libertado de una condición agravante o de esclavitud a través de un pago (en este caso del pecado, de la muerte y destrucción eternas, por el pago de la sangre de Jesús). Pero para dimensionarlo es necesario entender el valor de la sangre desde el antiguo pacto, donde entendemos que la vida misma está en la sangre por diseño divino (Lev. 16 y 17) y que sin derramamiento de la misma no puede haber remisión de pecados (Heb. 9:22). Entonces la única forma de lograrlo sin derramar la sangre del culpable es a través de un sacrificio expiatorio, esto significa que alguien inocente tome el lugar de otro para que la ira de Dios se consuma en esa sangre (el chivo expiatorio).  En un principio fue por sacrificios de animales sin defectos pero luego por el sacrificio único de Cristo (Heb. 9:12; 10:12-14), como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29).  Es por esta razón que para hablar de redención (pago por libertad) es necesario entender los beneficios o garantías que obtuvimos a través de la expiación hecha por Jesús (Heb.2:17). Donde entendemos que expiación significa “eliminar la culpa o el pecado a través de un tercero” y esto implica dos cosas: expiar y propiciar, entonces:

1. Podemos vivir sin culpa (expiar) porque en hebreo “Kaphar” quiere decir borrar o cubrir la culpa, lo mismo que la palabra redención que proviene del griego “Apolutrósis” que significa remisión, rescate, propiciación, expiación y libertad. Entonces, toda la culpa nuestra recayó sobre Cristo y nuestra libertad fue comprada por su sangre derramada. Por esto los cristianos no podemos vivir esclavizados por la vida pasada, por el pecado generacional o por cualquier falta, si hemos puesto nuestra confianza en Aquel que venció el imperio de la muerte (Heb.2:14),  que anuló el acta con que nos acusaba el diablo (Col.2:13-15), quién quitó toda condenación (Rom.8:1) y nos rescató de nuestra vana manera de vivir (1 Ped.1:18-19).  Satanás ha usado la culpa como una estrategia para que volvamos a ser esclavos, aludiendo que no somos dignos ni merecedores, recordándonos el pasado y seduciéndonos a esto, para que incluso hayan dudas sobre nuestra salvación y del poder de la sangre de Jesús, pero esa culpa ya fue pagada, y fuimos redimidos y por esta razón también podemos… 

2. Vivir con el favor de Dios porque la expiación también implica propiciación que se traduce como “ponernos en una posición o actitud favorable con Dios”.  Esto quiere decir que Dios no solo nos libertó de la culpabilidad del pecado sino que también se aseguró que pudiéramos entrar confiadamente hasta el trono de la gracia o propiciatorio (tapa el arca del pacto donde se rociaba la sangre del sacrificio para que el sacerdote pudiera hablar con Dios y de esta manera esas sangre fuera propicia o le pusiera en una posición favorable y no ser consumido). Al leer Juan 20:12 vemos una representación del propiciatorio cuando hay dos ángeles, uno a la cabeza y otro a los pies de donde estaba el cuerpo ensangrentado de Cristo siendo propicio al pecado de la humanidad. Por esta razón a todos los que creen en su nombre se les da el derecho de ser un hijo de Dios (Juan 1:12). Si lees Efesios 1:3-14 podrás encontrar lo que biblia dice sobre tu herencia de hijo, el perdón de tus pecados, tu adopción y el sello que has recibido para la eternidad, porque estás en una posición favorable para con Dios, sos hijo (a).

Hoy Dios te está recordando las garantías del acto redentor de Jesús y que si crees en esto también podrás vivir libre de la esclavitud del pecado, de culpa y entendiendo la posición de privilegio para aquellos que son llamados hijos de Dios. Pero ¿Estás viviendo de esta manera? o ¿Quieres recibir el sacrificio de Jesús y ser hecho un(a) hijo(a) de Dios?

Redención

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