Red de Vida

Todo para la Gloria de Dios

Andrés Herrera – Domingo 23 de agosto 2020

Alguna vez hemos mencionado la simple frase: “gloria a Dios”. Es por cierto de las primeras que escuchamos cuando empezamos a asistir a una iglesia de corte evangélico, y posiblemente sea un poco difícil escucharla en miembros de congregaciones distintas. Solemos utilizarla de muchas formas, y principalmente cuando había público en las iglesias en medio de un sermón muy emocionante, y qué bueno porque cada sermón tiene esa primera y principal intención, glorificar a Dios. No obstante, como muchas frases y palabras de nuestro idioma, el tiempo hace que el uso pueda tener otro enfoque y pierda el sentido original. La escritura nos enseña mucho sobre la gloria de Dios, y aunque es algo sumamente maravilloso y apasionante, también es un acto de exaltación a Dios, y nuestras acciones debieran tener ese propósito.

Pues bien, el objetivo de esta enseñanza es que podamos observar a través de la Palabra que fuimos creados para darle gloria a Dios y esto se logra a través de Jesucristo.  

Pero primero que todo, ¿Qué significa darle la gloria o glorificar al Señor?

  • Según RAE: Reconocer y ensalzar a quien es glorioso tributándole alabanzas
  • Glorificación: o de honor, estimación o aprecio.

Ahora bien, ¿Qué nos dice la escritura?

Salmos 19:1 “Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

  1. Fuimos creados para darle gloria a Dios

a. Como somos parte de la creación de Dios, también somos parte de su propósito

b. Fuimos creados para alabar la gloria de su gracia:

Efesios 1:5-6 Por amor nos predestinó para que por medio de Jesucristo fuéramos adoptados como hijos suyos, según el beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado.

  • Hay un propósito al ser predestinados por el Padre y se cumple por medio de Jesucristo
  • Cuando este propósito no se cumple, se viene el conflicto.

La ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad y maldad de quienes injustamente retienen la verdad. Para ellos, lo que de Dios se puede conocer es evidente, pues Dios se lo reveló; porque lo invisible de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, y pueden comprenderse por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. Pues a pesar de haber conocido a Dios, no lo glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón se llenó de oscuridad. Aunque afirmaban que eran sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios inmortal por imágenes de hombres mortales, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por eso Dios los entregó a los malos deseos de su corazón y a la impureza, de modo que degradaron entre sí sus propios cuerpos. Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y honraron y dieron culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas…

Romanos 1:18-24

2. Quitarle la gloria a Dios origina un pecado mayor y esclavizante. Romanos 1:18-24

a. La ira (enojo) de Dios se origina en la mentira del ser humano.

  • “Dios no es hombre para que mienta”

b. El ser humano se hace mentiroso al cambiar (modificar) la gloria de Dios por la idolatría.

  • Cambiar la imagen de Dios por una que no es. (vr. 25)
  • Parte del primer mandamiento que Dios le da a Moisés precisamente es no cambiar su imagen. (Éxodo 20:4-5)

c. Al hacer esto, Dios simplemente deja al ser humano solo, a su suerte, a la exposición del príncipe de este mundo, a ser influenciado por cualquier corriente de demonios.

d. La maldad que hoy vemos en la humanidad no debe sorprendernos, quien no da gloria a Dios como debe ser, se expone a ser tan “tolerante” como Lot en Sodoma y Gomorra.

3. Solo en Cristo podemos darle gloria a DIOS nuevamente

a. Juan 12:27 »Ahora mi alma está turbada. ¿Y acaso diré: “Padre, sálvame de esta hora”? ¡Si para esto he venido! Padre, ¡glorifica tu nombre!» En ese momento vino una voz del cielo: «Lo he glorificado, y volveré a glorificarlo.»

b. Juan 13:31 Después de que Judas salió, Jesús dijo: «Ahora el Hijo del Hombre es glorificado, y Dios es glorificado en él. Si Dios es glorificado en él, Dios también lo glorificará en sí mismo, y lo glorificará sin tardanza

c. Hebreos 1:3 Él es el resplandor de la gloria de Dios. Es la imagen misma de lo que Dios es. Él es quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder. Después de llevar a cabo la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la derecha de la Majestad, en las alturas,

d. Ahora nos apartamos del pecado no por los motivos incorrectos, sino para darle la gloria a Dios.

  • Romanos 6:12 (NTV) No permitan que el pecado controle la manera en que viven; no caigan ante los deseos pecaminosos. No dejen que ninguna parte de su cuerpo se convierta en un instrumento del mal para servir al pecado. En cambio, entréguense completamente a Dios, porque antes estaban muertos pero ahora tienen una vida nueva. Así que usen todo su cuerpo como un instrumento para hacer lo que es correcto para la gloria de Dios.

En resumen, fuimos creados para glorificar a Dios, pero nuestros deseos de tener gloria en lugar de Dios, de formarnos una falsa imagen de Dios generaron que nos perdiéramos en nuestros pecados. Pero Dios en su misericordia nos envió a Jesucristo, para que por medio de la fe en él pudiéramos cumplir con su propósito.

Nuestra lucha contra el pecado no consiste en dejar de pecar para sentirme mejor, sino en glorificar a Dios con mi vida. Todo lo que hagamos, por más noble que sea, debe ser para exaltar el nombre del Señor. Magnificar su ser.

Todo para la Gloria de Dios

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