Red de Vida

Vestidos de gracia

Pastor Mauricio Zamora – Domingo 14 de Marzo 2022

Hay una verdad tan profunda en Efesios 2:8-9 que dice que por gracia somos salvos por medio de la fe, y además aclara que no es algo propio de nosotros, sino que se trata de un regalo de Dios. Este es un regalo que en el sentido más literal significa que nos hace tener la influencia de Dios sobre el corazón de tal manera que haya un reflejo en nuestras vidas (del griego Járis – gratificante) y que nos ha dotado de su favor por pura benevolencia (del griego Cáris – carismático).  Este acto de amor puro de Dios hace que lo que pasa por dentro de sus hijos se vea en el exterior notoramiente y por esta razón te invitamos a meditar en: 

Primero, hemos entendido que la gracia de Dios nos viste de resurrección. No sé si te haz preguntado lo que experimenta una persona que muere por unos minutos y luego vuelve a la vida, ¿cuáles serán sus puntos de vista al regresar? Sería emocionante escuchar testimonios al respecto pero cuando vamos a Efesios 2:1-3 nos damos cuenta que todos nosotros estuvimos muertos en delitos y pecados, cuando vivíamos como hijos de desobediencia y haciendo la voluntad de nuestra carne y pensamientos, cuando merecíamos recibir toda la ira y el enojo de Dios.  Sin embargo como Dios es rico en misericordia, cuando nosotros estábamos muertos, nos dio vida juntamente con Cristo y nos resucitó (Efesios 2:4-6). En el original “les dio vida” significa los reanimó o los volvió a la vida, es como si hubiéramos estado en una escena donde un paramédico comienza a darnos un masaje cardíaco porque sufrimos un infarto, hasta lograr que la vida vuelva a nosotros, como cuando el médico usa los choques eléctricos para reactivar un corazón que deja de latir.  Mientras usted y yo solo merecíamos morir en esa misma escena, apareció Cristo para devolvernos a la vida, ahora podemos vivir como alguien que ha experimentado la resurrección y por eso también podemos sentado en lugares celestiales con Cristo (Efesios 2:6) y un día también resucitaremos cuando el cuerpo muera.

Segundo, esto nos enseña que la gracia nos viste de autoridad. Porque si alguien se sienta en lugar celestiales con Cristo, resucitado, vuelto a la vida, es para cumplir un propósito y una delegación de parte de Dios. Inmediatamente la biblia nos dice que todo esto sucede para “mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia” (Efesios 2:7-10) y ¿saben por qué? porque donde abundó el pecado la gracia de Dios sobreabundó y reinó por justicia para la vida eterna (Romanos 5:20-21).  La gracia no nos da permiso de vivir en pecado porque si ya morimos y resucitamos del pecado entonces no podríamos seguir iguales. La gracia de Dios nos dio autoridad porque hay que dar de gracia lo que de gracia recibimos (Mateo 10:8) y por esto Jesús nos manda a echar fuera demonios, sanar los enfermos y resucitar a otros que también están muertos.

En conclusión podemos entender que este regalo benévolo de tener el favor de Dios es para resucitarnos pero también para darnos la autoridad de Dios. Por esto, lo primero y más importante que necesitas reconocer es que tu vida sin Cristo solo conduce a la muerte y es urgente ponerse a cuentas con Dios para volver a la vida y para sentarte con Él en un  lugar de honor que solo Cristo te puede dar. Por otra parte, si ya has dado tu vida a Cristo entonces deberías vivir como alguien resucitado que tiene autoridad para dar vida a otros y para impartir la gracia de Dios. ¡Ánimo iglesia, tenemos el favor de Dios!

Vestidos de gracia

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