Red de Vida

Doble porción de tu Espíritu

Pastor Walner Fallas – Domingo 9 de octubre 2022

“Cuando habían pasado, Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti, antes que yo sea quitado de ti. Y dijo Eliseo: Te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí”. 

2 Reyes 2:9

Actualmente podemos decir que vivimos tiempos difíciles en donde el pecado y la maldad se han acrecentado y por tal razón necesitamos fortalecernos buscando con más fervor la presencia del Señor y clamando para ser revestidos del poder de su Santo Espíritu. Por tal motivo esperamos que la historia bíblica de hoy te recuerde y motive para ser determinante en lograr llevar un proceso de cambio y crecimiento que te permita alcanzar la bendición de una doble porción del Espíritu Santo y así marcar diferencia en medio de este mundo que necesita ver el poder de Dios en acción. Es a través de la vida de Eliseo que entenderemos la necesidad de cumplir un proceso para ser aptos de recibir la bendición del poder de Dios, por lo que analizaremos el recorrido que él vivió al lado del profeta Elías que le llevaría a un nuevo nivel espiritual donde experimentaría grandes milagros.

1- Gilgal, lugar de un nuevo comienzo. 2Re 2:1“Aconteció que cuando quiso Jehová alzar a Elías en un torbellino al cielo, Elías venía con Eliseo de Gilgal. Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí…” Cuando Elías llevó a Eliseo a Gilgal tenía como propósito recordarle un pacto específico de Dios con su pueblo Israel. Eliseo traería a memoria que en este lugar Dios en el pasado le diría a su siervo Josué que circuncidara a todos aquellos que habían salido de Egipto y no lo había hecho, ver Josué 5:2-3. Esto era necesario para que Dios les respaldara en la conquista de la tierra prometida y obtuvieran la plenitud de la bendición. Así mismo Eliseo entendería que la circuncisión representa morir a los deseos de la carne lo cual puede ser un tropiezo para obtener la unción del Espíritu y esta verdad también la transmitiría el apóstol Pablo a la iglesia cuando dijo “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; cosas por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia” Col 3:5-6. Recuerda nadie puede aspirar al poder de Dios si camina dominado por una naturaleza pecaminosa, antes Dios nos lama a morir a todo aquello que nos aleja de una vida santa y este morir debe ser diariamente ver Lucas 9:23.

2- Bet-el, lugar donde Dios habla. 2Re 2:2 “Y dijo Elías a Eliseo: Quédate ahora aquí, porque Jehová me ha enviado a Bet-el. Y Eliseo dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Descendieron, pues, a Bet-el”. Otro lugar importante donde fue llevado Eliseo fue Bet-el que significa “Casa de Dios” la enseñanza que él recibe aquí era esencial, debía aprender la importancia de intimar con Dios como lo hicieron sus antepasados ver Génesis 28:12-13. Bet-el representa esos momentos especiales donde escuchamos la voz de Dios en nuestro corazón que nos enseña su voluntad y plan para nuestras vidas, donde las vendas caen de nuestros ojos para ver lo que está por delante y así avanzar sin temores. Un lugar donde soñamos y recibimos visiones del Señor que confirman nuestro llamado por él. Esta es la razón que nos debe motivar a imitar a Eliseo, pues él supo dar prioridad a estar a solas con Dios y negarse a sí mismo para poder entender los planes Divinos. Los que decidan seguir caminando a su manera siempre estarán sin entendimiento de las cosas espirituales ver 1Corintios 2:14.

3- Jericó, lugar de batallas. 2Re 2:4. “Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora, porque Jehová me ha enviado a Jericó. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Vinieron, pues, a Jericó”. Cuando morimos al viejo hombre y nos consagramos en intimidad con Dios el enemigo de nuestras almas se levantará para intimidarnos. Eliseo sabía que para llegar a la meta tendría pruebas en su vida, pero eso no lo detendría. Al llegar a Jericó recordaría uno de los milagros más sorprendentes de su pasado, la caída de los muros de Jericó. Hoy para muchos este lugar puede hacerlos retroceder o aquí pueden morir, pero Jericó no debe asustarnos debe más bien motivarnos a creer que Dios peleará por nosotros como lo hizo por Israel. Este lugar de batallas está para formar en nosotros el carácter de Cristo a fin de ser aptos para la unción. Confía que en cada batalla que enfrentes el respaldo del Señor estará en ti. 2Co 10:Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas”.

4- El Jordán, lugar de bendición. 2Re 2:6 “Y Elías le dijo: Te ruego que te quedes aquí, porque Jehová me ha enviado al Jordán. Y él dijo: Vive Jehová, y vive tu alma, que no te dejaré. Fueron, pues, ambos”. Sería aquí donde Elías daría la oportunidad a Eliseo de pedir formalmente el anhelo de su corazón. Después de todo el proceso las dudas ya no estarían y su fe estaría firme para pedir la bendición de ser lleno del poder del Espíritu Santo. Recordemos que el Jordán fue la puerta que se abriría para que Israel entrara a la tierra prometida, sería también el lugar donde Juan el Bautista anunciaría las buenas nuevas del Reino de Dios y fue ahí donde Jesús fue bautizado y lleno del Espíritu Santo. Jericó un lugar de bendición para Eliseo y para cualquiera que vea con los ojos de la fe el río de Dios que está listo para inundar las vidas de aquellos que quieran la unción y poder de su Espíritu. Juan 7:37-38 “En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado”. 

Hoy ponte en las manos de Dios y permite que él te guie por ese camino especial que te llevará a un nuevo nivel espiritual que será en beneficio no solo tuyo si de todos los que te rodean pues Dios da el Espíritu sin medida.

Doble porción de tu Espíritu

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