Red de Vida

Jesús, un ejemplo de perdón

Pastor James Burgos – Domingo 27 de febrero 2022

Llevaban también con él a otros dos, que eran malhechores, para ser muertos. Y cuando llegaron al lugar llamado de la Calavera, le crucificaron allí, y a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. Y Jesús decía: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen. Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes. Y el pueblo estaba mirando; y aun los gobernantes se burlaban de él, diciendo: A otros salvó; sálvese a sí mismo, si este es el Cristo, el escogido de Dios. Los soldados también le escarnecían, acercándose y presentándole vinagre, y diciendo: Si tú eres el Rey de los judíos, sálvate a ti mismo. Había también sobre él un título escrito con letras griegas, latinas y hebreas: ESTE ES EL REY DE LOS JUDÍOS.

Y uno de los malhechores que estaban colgados le injuriaba, diciendo: Si tú eres el Cristo, sálvate a ti mismo y a nosotros. Respondiendo el otro, le reprendió, diciendo: ¿Ni aun temes tú a Dios, estando en la misma condenación? Nosotros, a la verdad, justamente padecemos, porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas este ningún mal hizo. Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso.

Lucas 23:32-43

I. ¿Por qué hablar de perdón?

A. El deseo de Dios es que tengamos un corazón limpio, inofendible y noble. (Juan 10:10)

a. El plan de Dios para el hombre conlleva desarrollar el carácter de Cristo en nuestra vida, un carácter dispuesto a perdonar, amar, y a construir en medio de cada circunstancia. (Proverbios 28:13, Miqueas 7:18)

B. La ofensa es un arma de satanás para sembrar en nosotros argumentos que no nos dejan crecer en el amor de Dios. (Juan 10:10-12, 1 Pedro 5:8)

a. A través de nuestra vida, vamos acumulando ofensas que opacan el carácter de Cristo en nosotros. Existen circunstancias que provocamos y otras propias del entorno donde nos desarrollamos. El enemigo aprovechará cada oportunidad que tenga para sembrar en nosotros argumentos por el cual no perdonar o no amar al ofensor.

b. La falta de perdón es una raíz que ha entrado en la familia, en los ministerios y en lo más profundo del ser humano.

c. Vemos familias y personas atadas a la contienda, a la enfermedad, a la pobreza, todo por la falta de perdón.

– Familias que se auto destruyen por no perdonar. Hijos que no perdón a sus padres y padres que no perdonan a sus hijos.

– Jamás la ofensa debe ser mayor que el perdón.

C. Perdonar para el Cristiano va más allá de una decisión, es un mandamiento. Es un deseo del Señor en nuestro carácter que tenemos que reforzar.(Efesios 4:32, Mateo 6:14, Mateo 6:12)

II. Verdades del perdón

A. Perdonar no implica una debilidad sino fortaleza espiritual. (Efesios 4:32)

a. El mundo nos a permeado y nos descontextualiza del Reino. Pensamos que quien ama es el débil, quien sirve es el menor, quien honra está por debajo, quien perdona perdió.

– El amor, el servicio, la honra y el perdón hablan más del corazón de quien lo da, que del corazón que lo recibe.

B. El mayor ejemplo de perdón lo encontramos en la cruz. (Lucas 23:32-43)

a. Unas horas antes Jesús había sido escupido, abofeteado, maltratado, lastimado, ignorado, herido, avergonzado, latigazo, por los mismos que están siendo perdonados en la cruz.

– Tu y yo hemos sido aquellos que han lastimado a Jesús, pero en la cruz también hemos sido perdonados.

b. La escena de Jesús en la cruz, refleja la reacción que provoca la cruz en el hombre.

– Jesús en la cruz encuentra dos hombres que reflejen nuestro caminar, aquellos que a pesar de conocer su condición piden perdón y lo reciben en el lugar menos esperado y aquellos que aún estado ahí, rechazan su perdón.

C. Una iglesia ofendible no es capaz de perdonar, amar y restaurar

a. Cuidémonos como iglesia de alegrarnos por la caída de nuestro hermano, aprendamos a perdonar y a restaurar.

b. El propósito de la iglesia no es juzgar ni evaluar, como discípulos se nos motiva a vivir una vida de reflexión y amor, capaz de perdonar a aquel que Jesús perdono primero.

c. La iglesia que Dios va a levantar en estos tiempos es una iglesia que debe de caminar en el perdón, en el amor y la restauración.

Conclusión

Hoy hemos aprendido que:

  • Perdonar nunca será una debilidad, es un mandamiento.
  • El perdón de Jesús en la Cruz, alcanza a nuestra vida.
  • Como Jesús nos perdona, debemos extender perdón sin importar la ofensa.
  • La iglesia que Dios usará en estos tiempos, es una iglesia perdonadora, que crea en la restauración.
  • Debemos aceptar el perdón de Dios propio, y soltar toda ofensa que nos tenga atados.
Jesús, un ejemplo de perdón

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